Fuente: Correo 11/10/08
A sus 78 años de edad, J. Merced Mosqueda recuerda lo que logró al trabajar en los EU
LE DEBEN
De esa década en que estuvo contratado para laborar en la Unión Americana, destacó que "cada semana de lo que ganáramos nos quitaban 10 dólares, por un supuesto acuerdo que había entre México y Estados Unidos, los patrones nos decían que luego ese dinero nos lo devolvería nuestro país, eso fue en 1960 y todavía estoy esperando…".
Durante el tiempo en el que estuvo trabajando allá narró, "nunca me trataron mal, (...) los gringos decían que íbamos a quitarles el trabajo, pero pues nosotros nomás les decíamos que no era cierto, que no íbamos porque quisiéramos sino porque teníamos necesidad".
En la actualidad ninguno de sus seis hijos hombres y dos mujeres viven o se han ido a trabajar a la Unión Americana; "yo les digo que mejor se queden aquí… uno sufre mucho allá, a pesar de que vayas contratado o no, le sufres porque no estás con tu familia y no ves crecer a tu sangre", concluyó.
A sus 78 años de edad, J. Merced Mosqueda recuerda lo que logró al trabajar en los EU
Por: Isaura Bustos
SALAMANCA.-"Desgraciadamente uno se tiene que ir de su ciudad para conseguir trabajo, hay muchos que se van a Irapuato, León, aquí no hay empresas y las que hay se van, mucha gente se queda sin trabajo y por eso uno tiene que dejar a su familia, sino hacemos eso nos morimos de hambre".
J. Merced Mosqueda, ex migrante
SALAMANCA.-"Desgraciadamente uno se tiene que ir de su ciudad para conseguir trabajo, hay muchos que se van a Irapuato, León, aquí no hay empresas y las que hay se van, mucha gente se queda sin trabajo y por eso uno tiene que dejar a su familia, sino hacemos eso nos morimos de hambre".
J. Merced Mosqueda, ex migrante
"Tenemos que salir a buscar la vida a otro lado, porque aquí en nuestro país no hay nada, en Salamanca menos", lamentó J. Merced Mosqueda Rangel, migrante desde los 20 años de edad.
Aquí no hay
Originario de la comunidad La Ordeña, a sus 78 años de edad asegura que el patrimonio que tiene en la actualidad es gracias a su trabajo durante más de 10 años en los Estados Unidos, "cosas que no hubiera podido hacer aquí, en mi país".
Recordó que la primera vez que partió del país fue en 1950, que junto con amigos llegó a Ciudad Juárez para de ahí llegar a Texas a trabajar en la pizca de algodón.
El dinero que ganaba en los Estados Unidos, dijo, la mitad era para sufragar sus gastos y la otra la mandaba a su esposa, para la manutención de sus hijos y para que empezara a construir su casa.
Dijo que además de Texas, también trabajo en California, Sacramento, Santa Bárbara, Dallas, principalmente en el campo, en la siembra y recolección de elote, tomate, melón, entre otros.
Aquí no hay
Originario de la comunidad La Ordeña, a sus 78 años de edad asegura que el patrimonio que tiene en la actualidad es gracias a su trabajo durante más de 10 años en los Estados Unidos, "cosas que no hubiera podido hacer aquí, en mi país".
Recordó que la primera vez que partió del país fue en 1950, que junto con amigos llegó a Ciudad Juárez para de ahí llegar a Texas a trabajar en la pizca de algodón.
El dinero que ganaba en los Estados Unidos, dijo, la mitad era para sufragar sus gastos y la otra la mandaba a su esposa, para la manutención de sus hijos y para que empezara a construir su casa.
Dijo que además de Texas, también trabajo en California, Sacramento, Santa Bárbara, Dallas, principalmente en el campo, en la siembra y recolección de elote, tomate, melón, entre otros.
LE DEBEN
De esa década en que estuvo contratado para laborar en la Unión Americana, destacó que "cada semana de lo que ganáramos nos quitaban 10 dólares, por un supuesto acuerdo que había entre México y Estados Unidos, los patrones nos decían que luego ese dinero nos lo devolvería nuestro país, eso fue en 1960 y todavía estoy esperando…".
Durante el tiempo en el que estuvo trabajando allá narró, "nunca me trataron mal, (...) los gringos decían que íbamos a quitarles el trabajo, pero pues nosotros nomás les decíamos que no era cierto, que no íbamos porque quisiéramos sino porque teníamos necesidad".
En la actualidad ninguno de sus seis hijos hombres y dos mujeres viven o se han ido a trabajar a la Unión Americana; "yo les digo que mejor se queden aquí… uno sufre mucho allá, a pesar de que vayas contratado o no, le sufres porque no estás con tu familia y no ves crecer a tu sangre", concluyó.