Fuente: Correo 11/10/08
"Mi hija me manda lo que puede, porque todavía esta pagando lo que le cobraron para pasarla al otro lado con su hijo".
Margarita Zúñiga, madre de migrantes
Dos veces fue intervenida quirúrgicamente por causa de la cadera, que consiste en el transplante de unas prótesis que aun no sanan, "las dos operaciones que me hicieron no me dejaron bien, ahora tomo pastillas que me recetaron pero me siento mal con ellas, además ya no tengo seguro popular".
Señaló que es difícil para ella visitar a un médico en Irapuato, porque no puede estar gastando en taxis, ya que transportarse en autobús le provoca molestias en su cadera, "no puedo estar pagando taxis, me cobran 50 pesos de ida y 50 de regreso, mis hijos a veces me mandan como 50 dólares pero es cuando pueden".
Justifica el poco dinero que sus hijos le mandan, insistiendo en que uno de ellos tiene familia y que también esta enfermo.
Al ir recordando todo lo que ha vivido, algunas lágrimas se asomaron por sus ojos al explicar como hace 14 años que no ve a su hijo y 2 a su hija que tiene 19 años, pero que por querer ir a probar suerte a los Estados Unidos se fue.
En tanto ella se encuentra solicitando ayuda, porque gasto su dinero en las prótesis que le colocaron y que le costaron 35 mil pesos cada una, "la primera vez que me operaron fue el 9 de mayo y a los tres días se complico todo, me internaron tres semanas y me pusieron 6 bolsas de sangre, la segunda vez fue el 13 de junio".
Actualmente doña Margarita vive con su hermana ya que para ella es difícil vivir sola, en tanto solicita que se le ayude de alguna forma para que pueda salir adelante, mientras espera volver a ver a sus hijos.
Le mandan ‘cuando pueden’
Doña Margarita está enferma pero apenas le alcanza lo que le envían sus hijos
Por: Mary Vega
IRAPUATO
Por: Mary Vega
IRAPUATO
"Mi hija me manda lo que puede, porque todavía esta pagando lo que le cobraron para pasarla al otro lado con su hijo".
Margarita Zúñiga, madre de migrantes
Hace cuatro meses doña Margarita vive sin su esposo, ahora se sostiene del dinero que sus dos hijos que están en Estados Unidos le mandan, cantidad que no le alcanza ya que sufre problemas con su cadera.
Margarita Zúñiga Mosqueda de 60 años, habitante de la comunidad del Copal, ha salido adelante con lo que le mandan sus hijos, Antonio Arellano quien vive en Atlanta Georgia, al igual que su hermana Adriana.
Doña Margarita, expresó que su esposo en tres ocasiones trabajo en Estados Unidos pero que la última vez que volvió se enfermó y falleció, "no tenia ni dos años cuando había regresado, estuvo un mes enfermo y se murió, el 17 de junio".
Con el dinero que su esposo obtuvo de su trabajo, doña Margarita hizo su casa y lo que le quedó a la muerte de su marido lo uso para pagar sus deudas, "él regresó cuando se enteró que me iban a operar de la cadera".
Margarita Zúñiga Mosqueda de 60 años, habitante de la comunidad del Copal, ha salido adelante con lo que le mandan sus hijos, Antonio Arellano quien vive en Atlanta Georgia, al igual que su hermana Adriana.
Doña Margarita, expresó que su esposo en tres ocasiones trabajo en Estados Unidos pero que la última vez que volvió se enfermó y falleció, "no tenia ni dos años cuando había regresado, estuvo un mes enfermo y se murió, el 17 de junio".
Con el dinero que su esposo obtuvo de su trabajo, doña Margarita hizo su casa y lo que le quedó a la muerte de su marido lo uso para pagar sus deudas, "él regresó cuando se enteró que me iban a operar de la cadera".
Dos veces fue intervenida quirúrgicamente por causa de la cadera, que consiste en el transplante de unas prótesis que aun no sanan, "las dos operaciones que me hicieron no me dejaron bien, ahora tomo pastillas que me recetaron pero me siento mal con ellas, además ya no tengo seguro popular".
Señaló que es difícil para ella visitar a un médico en Irapuato, porque no puede estar gastando en taxis, ya que transportarse en autobús le provoca molestias en su cadera, "no puedo estar pagando taxis, me cobran 50 pesos de ida y 50 de regreso, mis hijos a veces me mandan como 50 dólares pero es cuando pueden".
Justifica el poco dinero que sus hijos le mandan, insistiendo en que uno de ellos tiene familia y que también esta enfermo.
Al ir recordando todo lo que ha vivido, algunas lágrimas se asomaron por sus ojos al explicar como hace 14 años que no ve a su hijo y 2 a su hija que tiene 19 años, pero que por querer ir a probar suerte a los Estados Unidos se fue.
En tanto ella se encuentra solicitando ayuda, porque gasto su dinero en las prótesis que le colocaron y que le costaron 35 mil pesos cada una, "la primera vez que me operaron fue el 9 de mayo y a los tres días se complico todo, me internaron tres semanas y me pusieron 6 bolsas de sangre, la segunda vez fue el 13 de junio".
Actualmente doña Margarita vive con su hermana ya que para ella es difícil vivir sola, en tanto solicita que se le ayude de alguna forma para que pueda salir adelante, mientras espera volver a ver a sus hijos.