En medio de tantas esquelas de personas reconocidas, homenajeadas y publicitadas por diferentes causas en estos dias (Rascon Banda, Alejandro Aura Alejaxander Solzhenitsyn el adolecente hijo del empresario Marti) gracias al periodico La Jornada encontre estas dos notas tan dolorosas y olvidadas sin titulares en los periodicos ni entrevistas en la tv ni sociedades dolidas y furibundas por su fallecimiento, sin misas con asistencia de personajes con poder espurio. Vaya a travez de estas sencillas lineas un recuerdo solidario para estos luchadores de gran valor como muchos en este gran pais y un abrazo fraterno a sus familiares.
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Fuente: La Jornada 03/08/08
■ Familiares rechazan la versión de “asalto”
Demandan aclarar asesinato de activista social en Guerrero
■ El cuerpo de Gutiérrez Ávila, hallado el 26 de julio
■ Familiares rechazan la versión de “asalto”
Demandan aclarar asesinato de activista social en Guerrero
■ El cuerpo de Gutiérrez Ávila, hallado el 26 de julio
Laura Poy Solano
Familiares del antropólogo y lingüista Miguel Ángel Gutiérrez Ávila, considerado uno de los activistas más importantes en defensa de los derechos del pueblo amuzgo, demandaron a las autoridades federales y estatales el esclarecimiento de ese asesinato, perpetrado la madrugada del pasado 26 de julio en el municipio de San Marcos, Guerrero, tras rechazar las versiones de las autoridades judiciales de la entidad, “quienes pretenden hacer creer que fue un asalto”.
El cuerpo del antropólogo, localizado la mañana del 26 de julio, a casi 10 metros de la carretera federal Acapulco-Pinotepa, –kilómetro 71, en las inmediaciones de la comunidad La Caridad–, con señales evidentes de golpes y lesiones junto al vehículo en que viajaba rumbo a la capital guerrense, fue entregado a sus familiares horas más tarde, quienes aseguraron que “no creemos que el móvil fuera el robo, porque es evidente la crueldad con que lo trataron, además de que el vehículo estaba intacto y sólo sustrajeron su equipo de filmación”.
Beatriz Gutiérrez Ávila, hermana del catedrático y fundador de la Unidad de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), destacó que durante más de 20 años éste realizó investigaciones sobre los pueblos indígenas del sur del estado de Guerrero, en particular en la Costa Chica, “tarea que lo llevó a involucrarse en la consolidación de varios proyectos como la emisora comunitaria Radio Nomndaa La Palabra del Agua, así como la creación de la primera biblioteca comunitaria del pueblo amuzgo”.
En su visita más reciente a las comunidades de Suljaa’ y Cozoyoapan, los días previos a su asesinato, “se dedicó a filmar la danza del tigre para un proyecto que realizaba sobre su cultura y tradiciones, pero también aprovechó para documentar las agresiones contra Radio Nomndaa, único espacio de transmisión libre del pensamiento y cultura de estos pueblos”.
Al respecto, David Valtierra Arango, fundador y uno de los promotores de la estación comunitaria, aseguró que la mañana del pasado 25 de julio, Gutiérrez Ávila “me hizo una larga entrevista sobre la agresión que sufrimos el pasado 10 de junio en la que elementos de la Agencia Federal de Investigaciones llegaron a la comunidad de Suljaa’ y pretendieron desmantelar nuestra estación, al considerar que, para el gobierno, quienes impulsamos una radio comunitaria somos delincuentes”.
Destacó que el antropólogo quería incluir las denuncias sobre los constantes ataques a los que se ha sometido a Radio Nomndaa, y al equipo que colabora en sus transmisiones, y “no sólo presentar un video con las tradiciones del pueblo amuzgo, sino difundir la lucha por nuestros derechos”.
Agregó que desde hace más de 20 años “conocimos al profesor Miguel Ángel, siempre interesado en la cultura e historia de los pueblos originarios, y en apoyar los proyectos que impulsamos en la comunidad, como la creación de una radio del pueblo amuzgo, tarea en la que colaboró, así como en la instalación de nuestra primera biblioteca comunitaria”.
El trabajo de Gutiérrez Ávila, autor de obras como Déspotas y caciques. Una antropología política de los amuzgos de Guerrero (2001), y La historia del estado de Guerrero a través de su cultura. Una perspectiva antropológica (2008), aseguró Valtierra Arango, “lo llevó a conocer nuestros problemas, y los abusos a que nos someten los caciques de la región, por lo que pronto se solidarizó con nuestra lucha”.
Beatriz Gutiérrez denunció que a pesar del compromiso de las autoridades de realizar una autopsia, ésta finalmente no se practicó, a pesar de que “había indicios de agresión”. Por lo anterior, reiteró su llamado a que su muerte “no quede impune, pues sabemos que a quienes detentan el poder les molesta que se digan en voz alta sus abusos, y mi hermano siempre fue muy entregado en la lucha contra la injusticia y por la defensa de los derechos de todos los marginados”.
En tanto, familiares del investigador, entre ellos su hija Valentina Gutiérrez, y su ex esposa, Francoise Neff, también antropóloga social, acudieron al lugar de los hechos para realizar el “levantamiento de la sombra”, de acuerdo con las costumbres del pueblo amuzgo
El cuerpo del antropólogo, localizado la mañana del 26 de julio, a casi 10 metros de la carretera federal Acapulco-Pinotepa, –kilómetro 71, en las inmediaciones de la comunidad La Caridad–, con señales evidentes de golpes y lesiones junto al vehículo en que viajaba rumbo a la capital guerrense, fue entregado a sus familiares horas más tarde, quienes aseguraron que “no creemos que el móvil fuera el robo, porque es evidente la crueldad con que lo trataron, además de que el vehículo estaba intacto y sólo sustrajeron su equipo de filmación”.
Beatriz Gutiérrez Ávila, hermana del catedrático y fundador de la Unidad de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), destacó que durante más de 20 años éste realizó investigaciones sobre los pueblos indígenas del sur del estado de Guerrero, en particular en la Costa Chica, “tarea que lo llevó a involucrarse en la consolidación de varios proyectos como la emisora comunitaria Radio Nomndaa La Palabra del Agua, así como la creación de la primera biblioteca comunitaria del pueblo amuzgo”.
En su visita más reciente a las comunidades de Suljaa’ y Cozoyoapan, los días previos a su asesinato, “se dedicó a filmar la danza del tigre para un proyecto que realizaba sobre su cultura y tradiciones, pero también aprovechó para documentar las agresiones contra Radio Nomndaa, único espacio de transmisión libre del pensamiento y cultura de estos pueblos”.
Al respecto, David Valtierra Arango, fundador y uno de los promotores de la estación comunitaria, aseguró que la mañana del pasado 25 de julio, Gutiérrez Ávila “me hizo una larga entrevista sobre la agresión que sufrimos el pasado 10 de junio en la que elementos de la Agencia Federal de Investigaciones llegaron a la comunidad de Suljaa’ y pretendieron desmantelar nuestra estación, al considerar que, para el gobierno, quienes impulsamos una radio comunitaria somos delincuentes”.
Destacó que el antropólogo quería incluir las denuncias sobre los constantes ataques a los que se ha sometido a Radio Nomndaa, y al equipo que colabora en sus transmisiones, y “no sólo presentar un video con las tradiciones del pueblo amuzgo, sino difundir la lucha por nuestros derechos”.
Agregó que desde hace más de 20 años “conocimos al profesor Miguel Ángel, siempre interesado en la cultura e historia de los pueblos originarios, y en apoyar los proyectos que impulsamos en la comunidad, como la creación de una radio del pueblo amuzgo, tarea en la que colaboró, así como en la instalación de nuestra primera biblioteca comunitaria”.
El trabajo de Gutiérrez Ávila, autor de obras como Déspotas y caciques. Una antropología política de los amuzgos de Guerrero (2001), y La historia del estado de Guerrero a través de su cultura. Una perspectiva antropológica (2008), aseguró Valtierra Arango, “lo llevó a conocer nuestros problemas, y los abusos a que nos someten los caciques de la región, por lo que pronto se solidarizó con nuestra lucha”.
Beatriz Gutiérrez denunció que a pesar del compromiso de las autoridades de realizar una autopsia, ésta finalmente no se practicó, a pesar de que “había indicios de agresión”. Por lo anterior, reiteró su llamado a que su muerte “no quede impune, pues sabemos que a quienes detentan el poder les molesta que se digan en voz alta sus abusos, y mi hermano siempre fue muy entregado en la lucha contra la injusticia y por la defensa de los derechos de todos los marginados”.
En tanto, familiares del investigador, entre ellos su hija Valentina Gutiérrez, y su ex esposa, Francoise Neff, también antropóloga social, acudieron al lugar de los hechos para realizar el “levantamiento de la sombra”, de acuerdo con las costumbres del pueblo amuzgo
Fuente: La Jornada 05/08/08
■ Exigen ejidatarios se esclarezca el homicidio de Diego Ramírez
Hallan cadáver de defensor de tierras nahuas en Michoacán
■ Trasnacionales codician los recursos naturales que hay en la región
Hallan cadáver de defensor de tierras nahuas en Michoacán
■ Trasnacionales codician los recursos naturales que hay en la región
De la Redacción
Diversas organizaciones comunales y de campesinos denunciaron el asesinato del profesor Diego Ramírez Domínguez, de la comunidad nahua de Santa María de Ostula, municipio de Aquila, Michoacán, quien hasta el momento de su muerte fue el coordinador para la defensa y recuperación de la totalidad de las tierras que dicha comunidad tiene en litigio, desde hace años, con acaudalados rancheros mestizos de la comunidad de La Placita, ubicada en el mismo municipio.
El cuerpo del profesor asesinado apareció, como una señal ominosa, en la playa del océano Pacífico conocida como Las Peñas, uno de los parajes que conforman las más de mil hectáreas que la comunidad de Santa María de Ostula reclama.
En un comunicado, las comunidades nahuas de Santa María de Ostula, San Pedro El Coire y Pómaro, éstas últimas también del municipio de Aquila, con un territorio continuo superior a las 200 mil hectáreas, son propietarias y poseedoras ancestrales de la mayor parte de las tierras que en el estado de Michoacán colindan con las costas del Pacífico, y sus montes, enclavados en la sierra del Sur, que se extiende hasta Guerrero y Oaxaca, alojan vastas reservas de diversos minerales codiciados por varias empresas nacionales y extranjeras.
Las comunidades de campesinos e indígenas han resistido en los años recientes, aseguran los labriegos en el texto, diversos proyectos gubernamentales, como el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Comunales, la certificación de plantas y conocimientos tradicionales y la incorporación de sus aguas y zonas costeras al régimen federal de concesiones. Además, han frenado las pretensiones de la compañía trasnacional Hylsa/Ternium –establecida actualmente en la comunidad indígena de Aquila– y de otras empresas mineras por explorar y explotar los minerales de sus tierras.
Durante los meses recientes, el Tribunal Unitario Agrario número 38, con sede en la ciudad de Colima, y el Tribunal Superior Agrario dictaron sentencias en favor de los rancheros de La Placita, dentro del expediente 78/2004, en lo que representa una determinación que desconoce los derechos históricos y legalmente confirmados que la comunidad tiene sobre los terrenos en litigio.
Dicha porción de tierras es la puerta de entrada al territorio nahua de Michoacán, razón por la cual en dichas tierras diversas personas y empresas pretenden desarrollar proyectos que tienen como finalidad iniciar el despojo de las tierras a los comuneros.
Las organizaciones exigieron el esclarecimiento y castigo del asesinato del profesor Diego Ramírez Domínguez.
Diversas organizaciones comunales y de campesinos denunciaron el asesinato del profesor Diego Ramírez Domínguez, de la comunidad nahua de Santa María de Ostula, municipio de Aquila, Michoacán, quien hasta el momento de su muerte fue el coordinador para la defensa y recuperación de la totalidad de las tierras que dicha comunidad tiene en litigio, desde hace años, con acaudalados rancheros mestizos de la comunidad de La Placita, ubicada en el mismo municipio.
El cuerpo del profesor asesinado apareció, como una señal ominosa, en la playa del océano Pacífico conocida como Las Peñas, uno de los parajes que conforman las más de mil hectáreas que la comunidad de Santa María de Ostula reclama.
En un comunicado, las comunidades nahuas de Santa María de Ostula, San Pedro El Coire y Pómaro, éstas últimas también del municipio de Aquila, con un territorio continuo superior a las 200 mil hectáreas, son propietarias y poseedoras ancestrales de la mayor parte de las tierras que en el estado de Michoacán colindan con las costas del Pacífico, y sus montes, enclavados en la sierra del Sur, que se extiende hasta Guerrero y Oaxaca, alojan vastas reservas de diversos minerales codiciados por varias empresas nacionales y extranjeras.
Las comunidades de campesinos e indígenas han resistido en los años recientes, aseguran los labriegos en el texto, diversos proyectos gubernamentales, como el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Comunales, la certificación de plantas y conocimientos tradicionales y la incorporación de sus aguas y zonas costeras al régimen federal de concesiones. Además, han frenado las pretensiones de la compañía trasnacional Hylsa/Ternium –establecida actualmente en la comunidad indígena de Aquila– y de otras empresas mineras por explorar y explotar los minerales de sus tierras.
Durante los meses recientes, el Tribunal Unitario Agrario número 38, con sede en la ciudad de Colima, y el Tribunal Superior Agrario dictaron sentencias en favor de los rancheros de La Placita, dentro del expediente 78/2004, en lo que representa una determinación que desconoce los derechos históricos y legalmente confirmados que la comunidad tiene sobre los terrenos en litigio.
Dicha porción de tierras es la puerta de entrada al territorio nahua de Michoacán, razón por la cual en dichas tierras diversas personas y empresas pretenden desarrollar proyectos que tienen como finalidad iniciar el despojo de las tierras a los comuneros.
Las organizaciones exigieron el esclarecimiento y castigo del asesinato del profesor Diego Ramírez Domínguez.