Fuente: RadioAmlo.Blogspot.com 21/08/08
EXCMO. CARMELO ANGULO BARTUREN
EMBAJADOR EXTRAORDINARIO Y PLENIPOTENCIARIO
DE ESPAÑA EN MÉXICO
PRESENTE
Apreciable Embajador:
Quienes suscribimos la presente carta somos integrantes de diversas organizaciones de la sociedad civil en México, activistas sociales comprometidos con la democracia, la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos, valores propios de la diplomacia y las relaciones internacionales que siempre han caracterizado a nuestro país.
Como usted lo sabe, los mexicanos somos un pueblo que a lo largo de su historia independiente ha procurado el justo equilibrio interno con las responsabilidades mundiales; somos adherentes a una gran cantidad de acuerdos, protocolos y tratados internacionales con los que profesamos las doctrinas que enaltecen el dicho de un gran hombre mexicano, Benito Juárez García: “entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.
La Libre Autodeterminación de los Pueblos y la No Intervención son principios irrenunciables para cualquier país. Los mexicanos conocemos la experiencia del intervencionismo, no sólo militar y económico sino aquel que se da mediante múltiples modalidades de presión extranjera en aras de influir nuestra determinación nacional y sujetarla a los intereses foráneos.
Justamente nuestro país atraviesa por uno de esos momentos. Como es de su conocimiento el señor Felipe Calderón Hinojosa presentó ante el Congreso de la Unión siete iniciativas de reforma a diversas disposiciones legales y reglamentarias con las que pretende modificar el estatus de exclusividad que el Estado mexicano tiene desde 1938 sobre la industria petrolera.
Es un tema que ha dividido al país, que ha polarizado al gobierno con su pueblo y que ha generado un gran debate nacional. La iniciativa de Felipe Calderón no sólo contraviene las leyes y reglamentos que pretende modificar sino también contradice a la Constitución, base contractual del Estado mexicano y trasgrede la voluntad popular y el sentir tradicional de nuestro pueblo.
Nuestro país está tomando, por todos los medios institucionales y populares, una decisión trascendental, no ajena de presiones internacionales y comerciales. La decisión que tome nuestro país puede repercutir en la forma en que el propio pueblo concibe a su gobierno y sus relaciones comerciales, por ello debe estar desprovista de cualquier forma de intervencionismo.
En 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río, decidió mediante el Decreto Expropiatorio de la industria petrolera nacional, dotar a México de soberanía energética y financiera. Para los mexicanos, el legado de Lázaro Cárdenas es motivo de orgullo pues no sólo contuvo las presiones comerciales y políticas sino que además fue vanguardista en el terreno de la diplomacia.
El presidente Cárdenas reflejó el sentir nacional rigurosamente en todos los aspectos del Estado, incluso en aquel momento histórico en el que en la Liga de las Naciones, el representante mexicano defendió con vehemencia el derecho a la autodeterminación española y se exigió que el mundo entero protegiera y apoyara al gobierno legítimo que estaba siendo golpeado por el autoritarismo y por la apatía internacional. El pueblo mexicano, dio al mundo una lección de diplomacia y solidaridad con el pueblo hermano de España en cuyo territorio el imperialismo estaba gestando una de las etapas que mayor vergüenza causa a la humanidad.
Hoy, el gobierno mexicano considera borrar de un plumazo el legado de Lázaro Cárdenas, ese legado de autodeterminación y solidaridad internacional que el siglo pasado unió con tanto provecho al pueblo español y al mexicano.
Por ello no deja de ser sorprendente que su gobierno a través de su Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega Sáenz venga a nuestro país como portavoz de las empresas trasnacionales españolas, más representativas del franquismo y la monarquía que del ideal republicano e, invadiendo ámbitos de nuestra soberanía, se convierta en una voz de presión que acorrale la autodeterminación del pueblo mexicano.
Las organizaciones que nosotros representamos no podemos sino avergonzarnos de este capítulo. El Estado español, debe ser ajeno y respetuoso de la decisión soberana que tomemos sobre la industria petrolera; las declaraciones de la vicepresidenta española en las que afirma que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, jefe de gobierno de España, “apoya” la iniciativa de reforma energética de quienes gobiernan de facto en México, nos parecen excesivas e intervencionistas.
En el debate sobre el destino de la industria petrolera nacional, los mexicanos no aceptamos presiones, recomendaciones o apoyos de ningún tipo, ya sea de gobiernos extranjeros o de empresarios trasnacionales.
Las declaraciones de la vicepresidenta Fernández de la Vega atentan contra el principio de la libre autodeterminación y la no intervención.
Por ello, valga esta carta como una nota diplomática del pueblo de México y de las organizaciones de la sociedad civil, para que a través suyo, señor embajador, o el medio que ustedes consideren conveniente, se tomen las medidas necesarias para deslindar públicamente a su país del apoyo, como la vicepresidenta Fernández de la Vega lo afirmó, a una de las partes que integran la discusión sobre la soberanía energética mexicana.
Le agradeceremos pueda responder a nuestra petición y nos despedimos de usted reiterándole nuestras más distinguidas consideraciones
ATENTAMENTE
Ferrer Galván Acosta
Presidente
Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia A. C.
Froylán Yescas Cedillo
Coordinador
Flor y Canto
Lorena Sosa Hernández
Coordinadora
Colectivo 2 de Julio
Manuel Otero
Coordinador
Redes Universitarias
Antonio Villegas
Coordinador
Círculo de Estudios Buzón Ciudadano
Hania Sánchez Santiago
Grupo Estudiantil en Defensa del Petróleo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
Publicado por RESISTENCIA UAM - X (ilusodética)5
EMBAJADOR EXTRAORDINARIO Y PLENIPOTENCIARIO
DE ESPAÑA EN MÉXICO
PRESENTE
Apreciable Embajador:
Quienes suscribimos la presente carta somos integrantes de diversas organizaciones de la sociedad civil en México, activistas sociales comprometidos con la democracia, la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos, valores propios de la diplomacia y las relaciones internacionales que siempre han caracterizado a nuestro país.
Como usted lo sabe, los mexicanos somos un pueblo que a lo largo de su historia independiente ha procurado el justo equilibrio interno con las responsabilidades mundiales; somos adherentes a una gran cantidad de acuerdos, protocolos y tratados internacionales con los que profesamos las doctrinas que enaltecen el dicho de un gran hombre mexicano, Benito Juárez García: “entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.
La Libre Autodeterminación de los Pueblos y la No Intervención son principios irrenunciables para cualquier país. Los mexicanos conocemos la experiencia del intervencionismo, no sólo militar y económico sino aquel que se da mediante múltiples modalidades de presión extranjera en aras de influir nuestra determinación nacional y sujetarla a los intereses foráneos.
Justamente nuestro país atraviesa por uno de esos momentos. Como es de su conocimiento el señor Felipe Calderón Hinojosa presentó ante el Congreso de la Unión siete iniciativas de reforma a diversas disposiciones legales y reglamentarias con las que pretende modificar el estatus de exclusividad que el Estado mexicano tiene desde 1938 sobre la industria petrolera.
Es un tema que ha dividido al país, que ha polarizado al gobierno con su pueblo y que ha generado un gran debate nacional. La iniciativa de Felipe Calderón no sólo contraviene las leyes y reglamentos que pretende modificar sino también contradice a la Constitución, base contractual del Estado mexicano y trasgrede la voluntad popular y el sentir tradicional de nuestro pueblo.
Nuestro país está tomando, por todos los medios institucionales y populares, una decisión trascendental, no ajena de presiones internacionales y comerciales. La decisión que tome nuestro país puede repercutir en la forma en que el propio pueblo concibe a su gobierno y sus relaciones comerciales, por ello debe estar desprovista de cualquier forma de intervencionismo.
En 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río, decidió mediante el Decreto Expropiatorio de la industria petrolera nacional, dotar a México de soberanía energética y financiera. Para los mexicanos, el legado de Lázaro Cárdenas es motivo de orgullo pues no sólo contuvo las presiones comerciales y políticas sino que además fue vanguardista en el terreno de la diplomacia.
El presidente Cárdenas reflejó el sentir nacional rigurosamente en todos los aspectos del Estado, incluso en aquel momento histórico en el que en la Liga de las Naciones, el representante mexicano defendió con vehemencia el derecho a la autodeterminación española y se exigió que el mundo entero protegiera y apoyara al gobierno legítimo que estaba siendo golpeado por el autoritarismo y por la apatía internacional. El pueblo mexicano, dio al mundo una lección de diplomacia y solidaridad con el pueblo hermano de España en cuyo territorio el imperialismo estaba gestando una de las etapas que mayor vergüenza causa a la humanidad.
Hoy, el gobierno mexicano considera borrar de un plumazo el legado de Lázaro Cárdenas, ese legado de autodeterminación y solidaridad internacional que el siglo pasado unió con tanto provecho al pueblo español y al mexicano.
Por ello no deja de ser sorprendente que su gobierno a través de su Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega Sáenz venga a nuestro país como portavoz de las empresas trasnacionales españolas, más representativas del franquismo y la monarquía que del ideal republicano e, invadiendo ámbitos de nuestra soberanía, se convierta en una voz de presión que acorrale la autodeterminación del pueblo mexicano.
Las organizaciones que nosotros representamos no podemos sino avergonzarnos de este capítulo. El Estado español, debe ser ajeno y respetuoso de la decisión soberana que tomemos sobre la industria petrolera; las declaraciones de la vicepresidenta española en las que afirma que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, jefe de gobierno de España, “apoya” la iniciativa de reforma energética de quienes gobiernan de facto en México, nos parecen excesivas e intervencionistas.
En el debate sobre el destino de la industria petrolera nacional, los mexicanos no aceptamos presiones, recomendaciones o apoyos de ningún tipo, ya sea de gobiernos extranjeros o de empresarios trasnacionales.
Las declaraciones de la vicepresidenta Fernández de la Vega atentan contra el principio de la libre autodeterminación y la no intervención.
Por ello, valga esta carta como una nota diplomática del pueblo de México y de las organizaciones de la sociedad civil, para que a través suyo, señor embajador, o el medio que ustedes consideren conveniente, se tomen las medidas necesarias para deslindar públicamente a su país del apoyo, como la vicepresidenta Fernández de la Vega lo afirmó, a una de las partes que integran la discusión sobre la soberanía energética mexicana.
Le agradeceremos pueda responder a nuestra petición y nos despedimos de usted reiterándole nuestras más distinguidas consideraciones
ATENTAMENTE
Ferrer Galván Acosta
Presidente
Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia A. C.
Froylán Yescas Cedillo
Coordinador
Flor y Canto
Lorena Sosa Hernández
Coordinadora
Colectivo 2 de Julio
Manuel Otero
Coordinador
Redes Universitarias
Antonio Villegas
Coordinador
Círculo de Estudios Buzón Ciudadano
Hania Sánchez Santiago
Grupo Estudiantil en Defensa del Petróleo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
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