José Luis Valdés
¿Ha usted oído hablar de los Perros de Pavlov? Seguramente sí. A estos perritos se les hacía escuchar una campanita justo antes de darles su alimento. Después de un tiempo, al simple toque de la campana, no sólo empezaban a babear, también se descubrió, cuando se les hizo una incisión, un orificio, que conectaba al estómago, ¿Y qué creé?, también comenzaban a secretar jugos gástricos. Al igual que nosotros, cuando se nos antoja algún bocadillo. ¡Se nos hace agua la boca y la barriga, se hace escuchar!
Esta información en manos de mercaderes de la voluntad humana, fue simplemente, ¡Oro Molido! Combinaron la sicología irreflexiva y la economía. Precisamente de ahí surgió: La Publicidad. Ésta se basa en una evolución de la sicología irreflexiva, la denominada: Sicología Mecanicista. Ésta nos da las técnicas que se aplican con precisión, en el mensaje dirigido al gran público, a las grandes masas. Debe de crear reflejos, para no pensar; y a mayor frecuencia de anuncios recibidos, el televidente o radioescucha, debe de reaccionar automáticamente. Por lo tanto, la trampa de la publicidad, está en el mensaje y en la frecuencia de anuncios. Estos deben de ir directamente al grano, empleando notas fáciles de entender y acompañarse de frases breves (slogans), que impresionen, que den órdenes enfáticas y obsesivas, para que sean obedecidas dócilmente. Una mentira repetida mil veces, se "trasforma en verdad", los Nazis lo aplicaron. Desde luego, este tipo de mensajes están dirigidos a públicos poco reflexivos, fácilmente sugestionables, generalmente con un bajo nivel formativo, para que crean y repitan el mensaje sin pensar, sea verdadero o no.
Para reforzar la inserción del mensaje con mayor penetración, se utilizan bellas mujeres o personajes a los que se les ha dado, una imagen de populares: cómicos, actrices, futbolistas y conductores de noticieros y que se ostentan como "conocedores y autoridades" de casi cualquier tema, sólo por tener un micrófono y salir en pantalla.
Por eso actualmente la educación en México, está en los últimos niveles del Mundo, sólo veamos a los jóvenes y no tan jóvenes (salvo honrosas excepciones), pregúnteles si es que les interesa saber más, informarse para entender mejor la situación del país, para explicarse a sí mismos su realidad, la situación por la que están pasando. Esa apatía no es casual, ¡es causada! Y tolerada por nosotros mismos, cuando actuamos así.
Las aplicaciones de la publicidad son infinitas y también, pueden ser aplicadas para bien. Pero tal parece que sólo sirviera para la venta de productos de dudosa calidad, o para denostar, desprestigiando el trabajo y la honorabilidad de personas que pueden ser un riesgo para sus intereses. Como por ejemplo aquellos que exigen y reclaman sus derechos; y hacen evidentes las rapacerías y tráfico de influencias de los poderosos. Contraatacan, espetando: “¡Son unos revoltosos, son un peligro!”
Y por supuesto que poco importa lo que se venda, pero que se venda, sea propio o no. Una de las más evidentes es la promoción de la "comida chatarra", las papitas, los refrescos, dulces y un sinnúmero de porquerías que consumen principalmente ¡Los niños! ¿Que les hace mal a su salud?, ¿y...?. Mientras se venda, poco o nada importa que afecte la salud. Luego les vendemos medicamentos o algo similar, que medio curen.
La publicidad, está presente por doquier, especialmente en productos de patentes transnacionales y los directamente relacionados con ellas. Son los únicos que la pueden comprar, porque de que es cara, es carísima, para que pocos, los selectos, puedan decir "su verdad y sólo su verdad" para un ejercer un perfecto control sobre la audiencia, no importa que sean mentiras. ¿Y cuáles son los medios utilizados masivamente para que se compren esas porquerías?, la tele y el radio principalmente, metidos hasta en la cocina. ¿Se ha fijado, que hasta se escuchan comerciales ordenando: “¡Obedece a tus instintos!”? Mayor perversidad, no se puede.
¿Sabe usted que están tratando cada vez más de manejarnos como animalitos? Para repetir como loros las cosas que nos dicen por los medios, para "convencernos" de las bondades de sus intenciones. Como la muy publicitada -día y noche y hasta el cansancio- que busca convencernos de una "Reforma Energética", que en realidad, es la justificación de la venta de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad.
Pero veamos, qué ha pasado con las privatizaciones que ya se han realizado: las "concesiones" de las carreteras de cuota, que únicamente las explotaron y cuando ya deterioradas, se las regresan al "gobierno", este las repara con nuestro dinero y se las vuelve dar en "concesión"; ¿Nos benefició? ¡NO! La venta de Teléfonos de México, los mexicanos, somos los que pagamos las tarifas más caras, ¡Del Mundo! ¿Nos benefició? ¡NO! La privatización de los bancos, los mexicanos somos los que pagamos las deudas de los que manejaron los bancos y hoy, nosotros estamos pagando el FOBAPROA, el saqueo más grande al país desde la conquista de los españoles y además, por si fuera poco, los mexicanos pagamos los intereses más altos ¡Del Mundo! ¿Nos benefició? ¡NO! ¿Entonces, porqué hoy sería diferente?
Y lo que hemos vivido y padecido. La extranjerización de la minería, perpetrada por obra y gracia del pestilente Carlos Salinas de Gortari y de los que les siguieron hasta la fecha, y de la que nadie nos defendió. Ni el baboso del chapulín colorado, -ese taimado y ladino personaje de excremento creado para que la gente NO piense; por eso sus programas están basados en idioteces-, ni tampoco los gobernadores, los diputados federales y locales, senadores, presidentes municipales y demás lindezas de sátrapas. Jamás tuvieron un comportamiento digno, en lo más mínimo. Antes bien, hoy lo vemos y todo apunta a ello, fueron instrumentos, cómplices y beneficiarios de la destrucción de la minería, para luego, emulando a sus congéneres, las hienas y buitres, alimentarse de los despojos de una industria que estaba hecha para y por mexicanos.
Los pericos repiten lo que oyen, les haya sido enseñado o no. Pero, ¿usted creé que saben lo que dicen, o más aún, que piensan lo que dicen? Por eso, yo no repito lo que en la radio y en la tele vociferan, en tanto no tenga un punto de referencia tal como analizar quién lo dice, porqué y para qué, para quiénes está dirigido el mensaje. Si no hiciera esto, ¿de qué me serviría ese Don con que fui al igual que usted, obsequiado, que es precisamente lo que nos hace diferentes de los animales? Por eso estoy convencido de que los pericos NO piensan, pero, ¡Ah,... cómo chiflan!
Eso es lo que yo pienso,... ¿y usted, estimado lector?
Pensar, es el Don más grandioso con que fuimos regalados los seres humanos. Pero para los perversos, pensar les representa un peligro. Porque entonces, las personas que ejercitan este Don, pueden darse cuenta de los manejos ocultos que utilizan para manipularnos, para que hagamos lo que ellos quieren. Y no pocas veces, para apoderarse de los bienes de la demás gente.
Los estudiosos de la mente humana, descubrieron que nuestras mentes son fáciles de manejar si se utilizan los medios adecuados, descubiertos en lo que posteriormente llamaron: Sicología Irreflexiva, es decir, que NO se piensa, la que nos hace actuar instintivamente. Que surgió a partir de la observación de respuesta de animales, ante ciertos estímulos.
Los estudiosos de la mente humana, descubrieron que nuestras mentes son fáciles de manejar si se utilizan los medios adecuados, descubiertos en lo que posteriormente llamaron: Sicología Irreflexiva, es decir, que NO se piensa, la que nos hace actuar instintivamente. Que surgió a partir de la observación de respuesta de animales, ante ciertos estímulos.
¿Ha usted oído hablar de los Perros de Pavlov? Seguramente sí. A estos perritos se les hacía escuchar una campanita justo antes de darles su alimento. Después de un tiempo, al simple toque de la campana, no sólo empezaban a babear, también se descubrió, cuando se les hizo una incisión, un orificio, que conectaba al estómago, ¿Y qué creé?, también comenzaban a secretar jugos gástricos. Al igual que nosotros, cuando se nos antoja algún bocadillo. ¡Se nos hace agua la boca y la barriga, se hace escuchar!
Esta información en manos de mercaderes de la voluntad humana, fue simplemente, ¡Oro Molido! Combinaron la sicología irreflexiva y la economía. Precisamente de ahí surgió: La Publicidad. Ésta se basa en una evolución de la sicología irreflexiva, la denominada: Sicología Mecanicista. Ésta nos da las técnicas que se aplican con precisión, en el mensaje dirigido al gran público, a las grandes masas. Debe de crear reflejos, para no pensar; y a mayor frecuencia de anuncios recibidos, el televidente o radioescucha, debe de reaccionar automáticamente. Por lo tanto, la trampa de la publicidad, está en el mensaje y en la frecuencia de anuncios. Estos deben de ir directamente al grano, empleando notas fáciles de entender y acompañarse de frases breves (slogans), que impresionen, que den órdenes enfáticas y obsesivas, para que sean obedecidas dócilmente. Una mentira repetida mil veces, se "trasforma en verdad", los Nazis lo aplicaron. Desde luego, este tipo de mensajes están dirigidos a públicos poco reflexivos, fácilmente sugestionables, generalmente con un bajo nivel formativo, para que crean y repitan el mensaje sin pensar, sea verdadero o no.
Para reforzar la inserción del mensaje con mayor penetración, se utilizan bellas mujeres o personajes a los que se les ha dado, una imagen de populares: cómicos, actrices, futbolistas y conductores de noticieros y que se ostentan como "conocedores y autoridades" de casi cualquier tema, sólo por tener un micrófono y salir en pantalla.
Por eso actualmente la educación en México, está en los últimos niveles del Mundo, sólo veamos a los jóvenes y no tan jóvenes (salvo honrosas excepciones), pregúnteles si es que les interesa saber más, informarse para entender mejor la situación del país, para explicarse a sí mismos su realidad, la situación por la que están pasando. Esa apatía no es casual, ¡es causada! Y tolerada por nosotros mismos, cuando actuamos así.
Las aplicaciones de la publicidad son infinitas y también, pueden ser aplicadas para bien. Pero tal parece que sólo sirviera para la venta de productos de dudosa calidad, o para denostar, desprestigiando el trabajo y la honorabilidad de personas que pueden ser un riesgo para sus intereses. Como por ejemplo aquellos que exigen y reclaman sus derechos; y hacen evidentes las rapacerías y tráfico de influencias de los poderosos. Contraatacan, espetando: “¡Son unos revoltosos, son un peligro!”
Y por supuesto que poco importa lo que se venda, pero que se venda, sea propio o no. Una de las más evidentes es la promoción de la "comida chatarra", las papitas, los refrescos, dulces y un sinnúmero de porquerías que consumen principalmente ¡Los niños! ¿Que les hace mal a su salud?, ¿y...?. Mientras se venda, poco o nada importa que afecte la salud. Luego les vendemos medicamentos o algo similar, que medio curen.
La publicidad, está presente por doquier, especialmente en productos de patentes transnacionales y los directamente relacionados con ellas. Son los únicos que la pueden comprar, porque de que es cara, es carísima, para que pocos, los selectos, puedan decir "su verdad y sólo su verdad" para un ejercer un perfecto control sobre la audiencia, no importa que sean mentiras. ¿Y cuáles son los medios utilizados masivamente para que se compren esas porquerías?, la tele y el radio principalmente, metidos hasta en la cocina. ¿Se ha fijado, que hasta se escuchan comerciales ordenando: “¡Obedece a tus instintos!”? Mayor perversidad, no se puede.
¿Sabe usted que están tratando cada vez más de manejarnos como animalitos? Para repetir como loros las cosas que nos dicen por los medios, para "convencernos" de las bondades de sus intenciones. Como la muy publicitada -día y noche y hasta el cansancio- que busca convencernos de una "Reforma Energética", que en realidad, es la justificación de la venta de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad.
Pero veamos, qué ha pasado con las privatizaciones que ya se han realizado: las "concesiones" de las carreteras de cuota, que únicamente las explotaron y cuando ya deterioradas, se las regresan al "gobierno", este las repara con nuestro dinero y se las vuelve dar en "concesión"; ¿Nos benefició? ¡NO! La venta de Teléfonos de México, los mexicanos, somos los que pagamos las tarifas más caras, ¡Del Mundo! ¿Nos benefició? ¡NO! La privatización de los bancos, los mexicanos somos los que pagamos las deudas de los que manejaron los bancos y hoy, nosotros estamos pagando el FOBAPROA, el saqueo más grande al país desde la conquista de los españoles y además, por si fuera poco, los mexicanos pagamos los intereses más altos ¡Del Mundo! ¿Nos benefició? ¡NO! ¿Entonces, porqué hoy sería diferente?
Y lo que hemos vivido y padecido. La extranjerización de la minería, perpetrada por obra y gracia del pestilente Carlos Salinas de Gortari y de los que les siguieron hasta la fecha, y de la que nadie nos defendió. Ni el baboso del chapulín colorado, -ese taimado y ladino personaje de excremento creado para que la gente NO piense; por eso sus programas están basados en idioteces-, ni tampoco los gobernadores, los diputados federales y locales, senadores, presidentes municipales y demás lindezas de sátrapas. Jamás tuvieron un comportamiento digno, en lo más mínimo. Antes bien, hoy lo vemos y todo apunta a ello, fueron instrumentos, cómplices y beneficiarios de la destrucción de la minería, para luego, emulando a sus congéneres, las hienas y buitres, alimentarse de los despojos de una industria que estaba hecha para y por mexicanos.
Los pericos repiten lo que oyen, les haya sido enseñado o no. Pero, ¿usted creé que saben lo que dicen, o más aún, que piensan lo que dicen? Por eso, yo no repito lo que en la radio y en la tele vociferan, en tanto no tenga un punto de referencia tal como analizar quién lo dice, porqué y para qué, para quiénes está dirigido el mensaje. Si no hiciera esto, ¿de qué me serviría ese Don con que fui al igual que usted, obsequiado, que es precisamente lo que nos hace diferentes de los animales? Por eso estoy convencido de que los pericos NO piensan, pero, ¡Ah,... cómo chiflan!
Eso es lo que yo pienso,... ¿y usted, estimado lector?