Queridos y saludables compañeros:
Antes que otra cosa, les escribo estas sencillas recomendaciones en un intento de recapitular lo que está aconteciendo y sin el ánimo de caer en paranoias. Recuerden que nosotros, en nuestra calidad de Resistencia Civil Pacífica y de Representantes del Gobierno Legítimo, tenemos la obligación SOCIAL de fungir como medios efectivos de comunicación, permaneciendo con la mente fría y el corazón caliente.
Como primera obligación debemos permanecer alerta de cualquier intento del gobierno ilegítimo por emplear esta contingencia como cortina de humo de sus finalidades antimexicanas. Ya sabemos que en contubernio con los poderes fácticos del país, el gobierno pelele nos ha endrogado hasta las cachas con el FMI para seguir enriqueciéndose a costa nuestra; que andan en pos de suspender garantías individuales; de recrudecer la represión en los focos rojos que ellos mismos han desatado y sobre todo, de permitir la ocupación militar de los gringos, con la consecuente enajenación de los yacimientos petroleros.
Es indignante cómo anda la gente por las calles con mirada de angustia y el rostro embozado. Es indignante porque han logrado sembrar el miedo, a todas luces innecesario, además, bueno sí, te da influenza ¿y? Vamos, que es causa de muerte su atención inadecuada, no el virus per se; no es como el SIDA, que si uno se infecta, ya no ha vuelta atrás, la muerte es segura.
Por otra parte, es un virus cuyos vectores (vías de transporte de un organismo a otro) son muy escurridizos: baste un saludo, un beso, llamar desde un teléfono ajeno…insisto, no lo digo alarmistamente, sino puntualizando que no se puede caer en un estado de miedo crónico ante algo que puede atacarnos aleatoriamente.
Simplemente se pueden disminuir las probabilidades de contagio recurriendo a sencillas prácticas que implican serenidad y buen ánimo para su ejecución. No se evita nada poniéndonos todos locos y especulando.
Por eso, les transmito unas cuantas orientaciones que derivan de mi experiencia trabajando junto a personas dedicadas al estudio de otros tipos virus. No tengo más que compartirles porque de complots bioterristas contra nuestro país, o de datos estadísticos médicos no se nada, y como no se nada, pues mejor me callo.
Les hablaré un poco de los virus en general: los virus son material genético inerte que necesita insertarse en el genoma celular para poder replicarse. Es exactamente lo mismo que pasa con las computadoras: los virus cibernéticos necesitan entrar al sistema de una computadora para de ahí brincar a otra.
La diferencia entre estos tipos de virus y los de las computadoras es la intencionalidad. En todos los medios ponen a la influenza como el maligno gran enemigo, es decir, la dotan de malicia, y por lo tanto, de personalidad, con lo cual buscan crearnos la idea de un “enemigo”, de una persona con deseos de dañarnos, es ahí cuando aparece el miedo.
Si bien los virus cibernéticos si guardan intencionalidad, los virus orgánicos no quieren dañar a nadie: son parte del ciclo de la vida, lo único malo es que al pasar de vector en vector, pues afectan el material genético del mismo, generándole una enfermedad.
Dejemos aparte el que sean de diseño y con ello se busque aumentar las ganancias de los grandes farmacéuticos. La verdad es que si ni siquiera hemos podido comprobar que el VIH sea un virus de diseño, créanme que el de la influenza porcina no vamos a saber si lo es en los escasos 3 días que llevamos de conocer de su existencia.
Con ello no quiero decir que nos olvidemos del problema del agio farmacéutico, sino que dadas las circunstancias, de nada nos sirve llenarnos la cabeza con ello, primero debemos de pensar en conservar nuestra salud y después nos ocupamos de salvar al país y al mundo desenmascarando a los malos. Más serenos y sin el miedo de ser blanco de ataques bioterroristas, podremos hacer un mejor rastreo de información sobre los grandes negocios farmacéuticos y la “ayuda económica” que le acaban de hacer al país “para combatir la epidemia”.
En estos casos me gusta recurrir al ejemplo de las instrucciones de vuelo. En los aviones nos dicen que ante una despresurización, caerán las mascarillas de oxígeno y que, en dado caso de viajar con un menor, primero nos pongamos nuestra mascarilla y luego atendamos al menor.
Bien, en nuestro caso, el “menor” es la sociedad desinformada. Si no estamos sanos y serenos nosotros, no le podemos ayudar a la sociedad a estar sana, serena e informada.
Regreso al punto: los virus son material genético inerte. Bueno, ahora procederé a describir el material genético brevemente.
El DNA es la molécula de la vida, en él están contenidas las instrucciones para fabricar proteínas, las cuales, son los “ladrillos” con los cuales se construye una célula y por ende, un organismo.
Ahora, al ser inerte y pequeño, un virus necesita insertarse en un código más grande para obtener lo que quiere: estar vivo y replicarse. Al insertarse, modifica las órdenes para que el DNA ya no actúe en función del organismo al que pertenece, sino que lo haga en función de él.
Digamos que los virus son la oligarquía internacional y el DNA la clase política mexicana. El organismo es México. Tons, se insertan las trasnacionales en México y modifican al PRIAN para que les sirva a ellas y no a México.
Sin embargo, por la misma razón que hay trasnacionales en México y en Venezuela, y sin embargo, no estamos en la misma situación, es importante saber que no depende del virus la infección, sino del organismo. Si un organismo tiene el sistema inmunológico fuerte, el virus no se podrá insertar en el código genético de sus células, así que es mejor ser como Venezuela que ver la tele y votar por los de siempre.
Con ello lo que quiero decir es que debemos de consumir productos sanos, no comer cochinadas, aumentar la ingesta de vitamina C y sobre todo, no caer en la histeria colectiva. Lo demás simplemente son acciones para disminuir el riesgo de infección, no para evitarla. Y con “riesgo” lo que quiero decir es eso, riesgo, una posibilidad, no un hecho. Usar indiscriminadamente tapabocas o dejar de salir a la calle es creer que la infección es segura puesto que el virus está en todos lados, esperando a que aparezcamos para matarnos. Eso no es verdad, hagan su vida normal.
Por otra parte, el material genético inerte, suelto por ahí no hace daño, tiene un cierto lapso de tiempo para pasar de un organismo vivo a otro, si no, se degrada. Es por ello que si caen fluidos de una persona con VIH en la ropa de otra persona, ésta no se infecta, puesto que el virus no puede ingresar al organismo a través de su vector, es decir, los fluidos corporales, que son su medio de transporte.
En el caso del virus de la gripa de Carstens, el vector es aéreo, de tal suerte que simplemente tenemos que tener cuidado con nariz y boca al estar entre mucha gente en lugares cerrados y/o DURANTE UN TIEMPO PROLONGADO. Aquí cabe señalar que debe ser en aquellos donde la gente esté MUY PRÓXIMA, como el transporte, el cine, el antro o los restaurantes. Aún así, como ya saben, no se infectan todos, sino sólo aquellos que tengan el sistema inmunológico deprimido. Una de las causas de bajas en las defensas es el estrés, osea que dejen de tener miedo o de buscar descubrir el complot bioterrorista de la oligarquía internacional. Manténganse tal como lo ha venido diciendo el Presidente desde hace 3 años: alegres, porque este es un movimiento alegre.
Cada vez me convenzo más de que el obradorismo no es una corriente política, es un movimiento social que se convierte en un modo de vida.
Prosigo. Cualquier virus fuera de un organismo, tiene limitado el tiempo de “vida” antes de encontrar otro organismo al cual subírsele para buscar insertarse en su genoma. Bueno, como no sabemos quién le escupió al teléfono público antes de que lo usáramos nosotros, o quién usó unos cubiertos antes de que fueran puestos en nuestra mesa, es importante mantener este tipo de superficies limpias ¿cómo podemos hacer esto?
El DNA es de carga eléctrica negativa, así que entrar en contacto con elementos de carga positiva, lo desnaturaliza, lo degrada.
Algunos de los recursos sencillos y efectivos de desnaturalizar el DNA, es el empleo de fuego o cloro. No caigan en la paranoia del cubrebocas hasta para dormir, mejor carguen un pequeño atomizador con cloro ligeramente diluído para no hacerse daño: puede ser en proporción de 2 tantos de cloro por uno de agua. Con él limpien toda superficie que tenga contacto con las vías respiratorias (nariz y boca).
El cubrebocas, insisto, se emplea en lugares cerrados donde la gente esté MUY PRÓXIMA o donde se esté por un periodo de tiempo prolongado. Vamos, que no es necesario ir a la tienda de la esquina o andar en el auto propio con cubrebocas.
En el interior de las casas, se pueden emplear veladoras aromáticas: adornan y protegen. Sobre todo en aquellos espacios que están en contacto con corrientes de aire del exterior, como la puerta principal o una ventana que de a la calle.
Si se es propietario de un pequeño negocio, no es necesario cerrar. Mientras no se esté con mucha gente durante lapsos prolongados, se puede atender normalmente. En estos espacios también podrían poner algunas veladoras para mantener su ambiente aislado del externo sin dar la impresión de estar en una película de zombies; recuerden que nuestra labor es infundirle tranquilidad a la gente a través de la información y manteniéndonos al margen del tremendismo mediático. Si se tiene contacto con dinero –el cual sabemos que es vehículo de microorganismos-, usar guantes de látex es una buena opción la cual fue recomendada por autoridades del GDF a los choferes de microbuses.
Lavarse las manos es también un buen consejo siempre para evitar contagiarse de cualquier enfermedad. El 90% de lo que hacemos es con las manos.
Bueno, de cualquier manera el asunto es aleatorio, así que es mejor fortalecer el sistema inmunológico. Ir al médico en caso de sentir molestias considerables (no estornudos y tos aislados, o dolor de articulaciones…al día siguiente de que fuimos al gimnasio; o moco y lagrimeo…después de haber comido un chile crudo; o vómito feroz…al otro día de la borrachera -porque como no hubo clases por la influenza…jeje-). Será el médico DEL CENTRO DE SALUD (en lo tocante a epidemias, la medicina privada tiene casi la misma información que nosotros) quien evalúe si se trata de síntomas de gripa de Carstens o algún otro tipo de enfermedad respiratoria.
Recuerden que no hay cura para ningún tipo de gripa, porque al salir del organismo, el virus ha mutado, es decir, ha variado su información genética. Osea que no hay manera de saber la naturaleza exacta de lo que lo ataca a uno, pero ello de todas maneras ocurre en cualquier tipo de gripa y tampoco es condicionante de muerte, ésta dependerá de la reacción de cada organismo, y como les he venido diciendo, no vale preocuparse de algo que es incierto.
La detección y atención oportuna del virus es importante en el proceso NATURAL de recuperación, pues al tratarse de una gripa compleja, debemos estar bajo vigilancia médica.
Es importante que tomen en cuenta que el virus tiene un periodo de incubación de 3 a 6 días y que esta cepa puede infectar a otro individuo hasta 7 días después de haberse reestablecido completamente el paciente. Por ello deben evitar visitar a convalecientes COMPROBADOS hasta pasada una semana. Es todo.
Antes de caer en la red malévola de la telecracia desinformativa, mantengamos la calma y el ánimo de ver atrás de la cortina de humo.
Por último, recordemos que otra de nuestras obligaciones es exigir información veraz, científica, oportuna y sobretodo ÚTIL. El primer paso para una sociedad movilizada en demanda de un mejor sistema de gobierno, es la exigencia, en toda circunstancia, de información responsable, objetiva y que pueda ser empleada en nuestro beneficio. De nada nos sirve que al rato digan “está bien, les daremos información” y nomás nos den las estadísticas alarmistas de los muertos que van. Lo que necesitamos es información sobre cómo prevenir la infección y eso he intentado hacer.
Los estimo a todos, les mando un abrazo y sigamos adelante en la construcción de una Patria más justa.
Antes que otra cosa, les escribo estas sencillas recomendaciones en un intento de recapitular lo que está aconteciendo y sin el ánimo de caer en paranoias. Recuerden que nosotros, en nuestra calidad de Resistencia Civil Pacífica y de Representantes del Gobierno Legítimo, tenemos la obligación SOCIAL de fungir como medios efectivos de comunicación, permaneciendo con la mente fría y el corazón caliente.
Como primera obligación debemos permanecer alerta de cualquier intento del gobierno ilegítimo por emplear esta contingencia como cortina de humo de sus finalidades antimexicanas. Ya sabemos que en contubernio con los poderes fácticos del país, el gobierno pelele nos ha endrogado hasta las cachas con el FMI para seguir enriqueciéndose a costa nuestra; que andan en pos de suspender garantías individuales; de recrudecer la represión en los focos rojos que ellos mismos han desatado y sobre todo, de permitir la ocupación militar de los gringos, con la consecuente enajenación de los yacimientos petroleros.
Es indignante cómo anda la gente por las calles con mirada de angustia y el rostro embozado. Es indignante porque han logrado sembrar el miedo, a todas luces innecesario, además, bueno sí, te da influenza ¿y? Vamos, que es causa de muerte su atención inadecuada, no el virus per se; no es como el SIDA, que si uno se infecta, ya no ha vuelta atrás, la muerte es segura.
Por otra parte, es un virus cuyos vectores (vías de transporte de un organismo a otro) son muy escurridizos: baste un saludo, un beso, llamar desde un teléfono ajeno…insisto, no lo digo alarmistamente, sino puntualizando que no se puede caer en un estado de miedo crónico ante algo que puede atacarnos aleatoriamente.
Simplemente se pueden disminuir las probabilidades de contagio recurriendo a sencillas prácticas que implican serenidad y buen ánimo para su ejecución. No se evita nada poniéndonos todos locos y especulando.
Por eso, les transmito unas cuantas orientaciones que derivan de mi experiencia trabajando junto a personas dedicadas al estudio de otros tipos virus. No tengo más que compartirles porque de complots bioterristas contra nuestro país, o de datos estadísticos médicos no se nada, y como no se nada, pues mejor me callo.
Les hablaré un poco de los virus en general: los virus son material genético inerte que necesita insertarse en el genoma celular para poder replicarse. Es exactamente lo mismo que pasa con las computadoras: los virus cibernéticos necesitan entrar al sistema de una computadora para de ahí brincar a otra.
La diferencia entre estos tipos de virus y los de las computadoras es la intencionalidad. En todos los medios ponen a la influenza como el maligno gran enemigo, es decir, la dotan de malicia, y por lo tanto, de personalidad, con lo cual buscan crearnos la idea de un “enemigo”, de una persona con deseos de dañarnos, es ahí cuando aparece el miedo.
Si bien los virus cibernéticos si guardan intencionalidad, los virus orgánicos no quieren dañar a nadie: son parte del ciclo de la vida, lo único malo es que al pasar de vector en vector, pues afectan el material genético del mismo, generándole una enfermedad.
Dejemos aparte el que sean de diseño y con ello se busque aumentar las ganancias de los grandes farmacéuticos. La verdad es que si ni siquiera hemos podido comprobar que el VIH sea un virus de diseño, créanme que el de la influenza porcina no vamos a saber si lo es en los escasos 3 días que llevamos de conocer de su existencia.
Con ello no quiero decir que nos olvidemos del problema del agio farmacéutico, sino que dadas las circunstancias, de nada nos sirve llenarnos la cabeza con ello, primero debemos de pensar en conservar nuestra salud y después nos ocupamos de salvar al país y al mundo desenmascarando a los malos. Más serenos y sin el miedo de ser blanco de ataques bioterroristas, podremos hacer un mejor rastreo de información sobre los grandes negocios farmacéuticos y la “ayuda económica” que le acaban de hacer al país “para combatir la epidemia”.
En estos casos me gusta recurrir al ejemplo de las instrucciones de vuelo. En los aviones nos dicen que ante una despresurización, caerán las mascarillas de oxígeno y que, en dado caso de viajar con un menor, primero nos pongamos nuestra mascarilla y luego atendamos al menor.
Bien, en nuestro caso, el “menor” es la sociedad desinformada. Si no estamos sanos y serenos nosotros, no le podemos ayudar a la sociedad a estar sana, serena e informada.
Regreso al punto: los virus son material genético inerte. Bueno, ahora procederé a describir el material genético brevemente.
El DNA es la molécula de la vida, en él están contenidas las instrucciones para fabricar proteínas, las cuales, son los “ladrillos” con los cuales se construye una célula y por ende, un organismo.
Ahora, al ser inerte y pequeño, un virus necesita insertarse en un código más grande para obtener lo que quiere: estar vivo y replicarse. Al insertarse, modifica las órdenes para que el DNA ya no actúe en función del organismo al que pertenece, sino que lo haga en función de él.
Digamos que los virus son la oligarquía internacional y el DNA la clase política mexicana. El organismo es México. Tons, se insertan las trasnacionales en México y modifican al PRIAN para que les sirva a ellas y no a México.
Sin embargo, por la misma razón que hay trasnacionales en México y en Venezuela, y sin embargo, no estamos en la misma situación, es importante saber que no depende del virus la infección, sino del organismo. Si un organismo tiene el sistema inmunológico fuerte, el virus no se podrá insertar en el código genético de sus células, así que es mejor ser como Venezuela que ver la tele y votar por los de siempre.
Con ello lo que quiero decir es que debemos de consumir productos sanos, no comer cochinadas, aumentar la ingesta de vitamina C y sobre todo, no caer en la histeria colectiva. Lo demás simplemente son acciones para disminuir el riesgo de infección, no para evitarla. Y con “riesgo” lo que quiero decir es eso, riesgo, una posibilidad, no un hecho. Usar indiscriminadamente tapabocas o dejar de salir a la calle es creer que la infección es segura puesto que el virus está en todos lados, esperando a que aparezcamos para matarnos. Eso no es verdad, hagan su vida normal.
Por otra parte, el material genético inerte, suelto por ahí no hace daño, tiene un cierto lapso de tiempo para pasar de un organismo vivo a otro, si no, se degrada. Es por ello que si caen fluidos de una persona con VIH en la ropa de otra persona, ésta no se infecta, puesto que el virus no puede ingresar al organismo a través de su vector, es decir, los fluidos corporales, que son su medio de transporte.
En el caso del virus de la gripa de Carstens, el vector es aéreo, de tal suerte que simplemente tenemos que tener cuidado con nariz y boca al estar entre mucha gente en lugares cerrados y/o DURANTE UN TIEMPO PROLONGADO. Aquí cabe señalar que debe ser en aquellos donde la gente esté MUY PRÓXIMA, como el transporte, el cine, el antro o los restaurantes. Aún así, como ya saben, no se infectan todos, sino sólo aquellos que tengan el sistema inmunológico deprimido. Una de las causas de bajas en las defensas es el estrés, osea que dejen de tener miedo o de buscar descubrir el complot bioterrorista de la oligarquía internacional. Manténganse tal como lo ha venido diciendo el Presidente desde hace 3 años: alegres, porque este es un movimiento alegre.
Cada vez me convenzo más de que el obradorismo no es una corriente política, es un movimiento social que se convierte en un modo de vida.
Prosigo. Cualquier virus fuera de un organismo, tiene limitado el tiempo de “vida” antes de encontrar otro organismo al cual subírsele para buscar insertarse en su genoma. Bueno, como no sabemos quién le escupió al teléfono público antes de que lo usáramos nosotros, o quién usó unos cubiertos antes de que fueran puestos en nuestra mesa, es importante mantener este tipo de superficies limpias ¿cómo podemos hacer esto?
El DNA es de carga eléctrica negativa, así que entrar en contacto con elementos de carga positiva, lo desnaturaliza, lo degrada.
Algunos de los recursos sencillos y efectivos de desnaturalizar el DNA, es el empleo de fuego o cloro. No caigan en la paranoia del cubrebocas hasta para dormir, mejor carguen un pequeño atomizador con cloro ligeramente diluído para no hacerse daño: puede ser en proporción de 2 tantos de cloro por uno de agua. Con él limpien toda superficie que tenga contacto con las vías respiratorias (nariz y boca).
El cubrebocas, insisto, se emplea en lugares cerrados donde la gente esté MUY PRÓXIMA o donde se esté por un periodo de tiempo prolongado. Vamos, que no es necesario ir a la tienda de la esquina o andar en el auto propio con cubrebocas.
En el interior de las casas, se pueden emplear veladoras aromáticas: adornan y protegen. Sobre todo en aquellos espacios que están en contacto con corrientes de aire del exterior, como la puerta principal o una ventana que de a la calle.
Si se es propietario de un pequeño negocio, no es necesario cerrar. Mientras no se esté con mucha gente durante lapsos prolongados, se puede atender normalmente. En estos espacios también podrían poner algunas veladoras para mantener su ambiente aislado del externo sin dar la impresión de estar en una película de zombies; recuerden que nuestra labor es infundirle tranquilidad a la gente a través de la información y manteniéndonos al margen del tremendismo mediático. Si se tiene contacto con dinero –el cual sabemos que es vehículo de microorganismos-, usar guantes de látex es una buena opción la cual fue recomendada por autoridades del GDF a los choferes de microbuses.
Lavarse las manos es también un buen consejo siempre para evitar contagiarse de cualquier enfermedad. El 90% de lo que hacemos es con las manos.
Bueno, de cualquier manera el asunto es aleatorio, así que es mejor fortalecer el sistema inmunológico. Ir al médico en caso de sentir molestias considerables (no estornudos y tos aislados, o dolor de articulaciones…al día siguiente de que fuimos al gimnasio; o moco y lagrimeo…después de haber comido un chile crudo; o vómito feroz…al otro día de la borrachera -porque como no hubo clases por la influenza…jeje-). Será el médico DEL CENTRO DE SALUD (en lo tocante a epidemias, la medicina privada tiene casi la misma información que nosotros) quien evalúe si se trata de síntomas de gripa de Carstens o algún otro tipo de enfermedad respiratoria.
Recuerden que no hay cura para ningún tipo de gripa, porque al salir del organismo, el virus ha mutado, es decir, ha variado su información genética. Osea que no hay manera de saber la naturaleza exacta de lo que lo ataca a uno, pero ello de todas maneras ocurre en cualquier tipo de gripa y tampoco es condicionante de muerte, ésta dependerá de la reacción de cada organismo, y como les he venido diciendo, no vale preocuparse de algo que es incierto.
La detección y atención oportuna del virus es importante en el proceso NATURAL de recuperación, pues al tratarse de una gripa compleja, debemos estar bajo vigilancia médica.
Es importante que tomen en cuenta que el virus tiene un periodo de incubación de 3 a 6 días y que esta cepa puede infectar a otro individuo hasta 7 días después de haberse reestablecido completamente el paciente. Por ello deben evitar visitar a convalecientes COMPROBADOS hasta pasada una semana. Es todo.
Antes de caer en la red malévola de la telecracia desinformativa, mantengamos la calma y el ánimo de ver atrás de la cortina de humo.
Por último, recordemos que otra de nuestras obligaciones es exigir información veraz, científica, oportuna y sobretodo ÚTIL. El primer paso para una sociedad movilizada en demanda de un mejor sistema de gobierno, es la exigencia, en toda circunstancia, de información responsable, objetiva y que pueda ser empleada en nuestro beneficio. De nada nos sirve que al rato digan “está bien, les daremos información” y nomás nos den las estadísticas alarmistas de los muertos que van. Lo que necesitamos es información sobre cómo prevenir la infección y eso he intentado hacer.
Los estimo a todos, les mando un abrazo y sigamos adelante en la construcción de una Patria más justa.
¡ES UN HONOR LUCHAR CON OBRADOR!
Jaguar IV República