TRIBUNA CAMPECHE
Desolación, humildes viviendas reducidas a escombros y decenas de enormes árboles arrancados de raíz, es lo que queda de lo que hace unos días fue el poblado de San Antonio Ebulá, tres días después del violento desalojo de sus habitantes organizado por Eduardo Escalante Escalante y su hijo Daniel.A la llegada al lugar se oyen murmullos entre el monte y al avanzar se observan las casas de campaña en donde se guarecen jóvenes que portan playeras amarillas con la leyenda “Seguridad Privada Cavalec”.Desde lejos gritan al reportero de TRIBUNA que es propiedad privada y advierten: “Por su seguridad retírese, no tiene nada que hacer aquí”.Los elementos están apostados a las dos entradas de la comunidad, en una de ellas con apoyo de un tractor colocaron toneladas de tierra para bloquear el camino, y en la salida al poblado de Castamay, utilizado para entrada y salida del personal de la empresa Constructora Escalante, hay vigilancia permanente.Algunos pobladores, en cuyas credenciales de elector tienen registrado San Antonio Ebulá como su domicilio, burlaron la vigilancia e ingresaron al poblado para recuperar algunas de sus pertenencias, pero televisores, sillas y estéreos quedaron totalmente destruidos por la maquinaria pesada de Eduardo Escalante Escalante.En el centro del lugar únicamente permanecen de pie las porterías de una cancha de fútbol, entres decenas de enormes árboles que fueron arrancados de raíz, según los pobladores, para borrar las huellas de 30 años de trabajo, “porque nosotros sembramos esos cedros y caobas”.Mientras tanto, los vecinos continúan en protesta en los bajos del Palacio de Gobierno, y pretenden reorganizarse y adoptar nuevas estrategias de lucha, al tiempo que manifiestan su agradecimiento por la solidaridad de diversas organizaciones de la sociedad civil, incluso religiosas, que les han ofrecido apoyo y albergue.Insisten los pobladores en que fueron despojados de 30 años de trabajo, por lo que enfatizan estar dispuestos a luchar hasta el último momento “contra la soberbia y el abuso de la familia Escalante Escalante, y la protección que reciben de las autoridades de Gobierno”.
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