
En su nuevo libro, “Derecho de Réplica”, Carlos Ahumada hace lo mismo que con los videoescándalos: desnuda a la clase política, y nadie se salva.
El entonces presidente de México, Vicente Fox; el secretario de Gobernación Santiago Creel, panistas connotados y muchos más quedan como simples peones de Carlos Salinas de Gortari.
En su texto, tampoco él se salva. Pero más allá de sus argumentos para sostener su defensa, narra anécdotas que retratan la disputa por la Presidencia de la República rumbo a 2006.
Esa batalla no termina: los viejos personajes del nacionalismo revolucionario, comandados por Andrés Manuel López Obrador, se enfrentan a los modernizadores encabezados por Salinas de Gortari.Las fichas y los escenarios de confrontación son varios: Televisa, el PAN, el PRI, el PRD, las gubernaturas, el Congreso, los tribunales. Y el gobierno de Cuba.
Con la autorización de Editorial Grijalbo, Reporte Índigo reproduce extractos del capítulo “Videoescándalos”.
LOS PERSONAJES Y SUS HISTORIAS
“Grabé a muchos: Carlos Ímaz, Armando Quintero, Fátima Mena, Leticia Robles, Higinio Martínez, Horacio Duarte, Jaime Espejel, Gabino Cué, Francisco Martínez Rojo, José Antonio Preciado, Luis Sánchez. Son muchísimas horas de grabaciones. Sé que muchos se sentirán decepcionados, pero debo decir que no están grabados ni Alejandro Encinas, ni Marcelo Ebrard, ni Andrés Manuel López Obrador”.
GRABACIONES
“En respuesta a las preguntas que me hicieron llegar los periodistas en el sentido de cómo tuve la idea de grabar a varios personajes políticos, puedo decir que surgió como una estrategia de protección, en medio de la desesperación en que me encontraba. Lo hice para contar con un seguro o salvoconducto que podría usar llegado el caso. Creí que funcionaría, pero finalmente no fue así.
“… pensé que si yo contaba con una evidencia como videos grabados de nuestras entrevistas, no se arriesgarían a ser exhibidos públicamente, ya que se trataría de una situación demoledora.
“Confiaba en que tenían por lo menos dos dedos de frente y que podríamos negociar. Le pedí mil veces a René que me permitieran dejar de trabajar para el GDF. Después de muchos años, ya no quería ser uno de sus contratistas, sino que me dejaran trabajar en el interior de la República o para una empresa paraestatal, y al mismo tiempo ir disminuyendo y liquidando a mi gente”.
La primera grabación
“La primera reunión que grabé fue la que sostuve con Rosario Robles, regresando de Semana Santa de 2003, un lunes en la noche, y fue porque desde tiempo atrás ya venía pensando que la gente en general no honramos nuestra palabra, pero especialmente los políticos. Ése era el caso de Rosario. Nadie me propuso realizar las grabaciones. Lo que quería era tener un testimonio, algún documento, en el que reconocieran que me debían ese dinero, y que por lo tanto se vieran obligados a cumplir su palabra y pagármelo. Por eso fue.
“Llegó ella a la oficina (Rosario Robles), aproximadamente a las 2, 3 de la tarde (…). La recibí en una sala de juntas en la planta baja del edificio. Me dijo: ‘No te voy a firmar nada’, de una manera retadora, que no me pareció nada digna de una persona a quien le había confiado tanto, y que además tenía una relación personal conmigo.
“Ella se fue a sus vacaciones de Semana Santa, como una digna revolucionaria integrante del PRD, invitada por el aquel entonces gobernador de Baja California Sur, Leonel Cota Montaña, al "modesto" hotel Las Ventanas del Cielo, a una suite con todo lujo, todo pagado por el gobernador. Ella, sus amigas y su hija”.
…“Así, ese lunes 21 de abril de 2003 comencé a grabar. Rosario confesó muchísimas cosas, inclusive, prácticamente al terminar la grabación, creo que ella percibió alguna cuestión al respecto, y me dijo: ‘Oye, pareces ministerio público... ¿no me grabaste verdad?’. Me levanté, nada más me sonreí, porque lamentablemente sí lo había hecho, y dimos por concluida la reunión”.
...“A lo largo de aquellos meses grabé a muchos: Carlos Ímaz, Armando Quintero, Fátima Mena, Leticia Robles, Higinio Martínez, Horacio Duarte, Jaime Espejel, Gabino Cué, Francisco Martínez Rojo, José Antonio Preciado, Luis Sánchez. Son muchísimas horas de grabaciones. Sé que muchos se sentirán decepcionados, pero debo decir que no están grabados ni Alejandro Encinas, ni Marcelo Ebrard, ni Andrés Manuel López Obrador.
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